Gordillo sobrevuela con éxito el Polo Sur con su monomotor

Gordillo sobrevuela con éxito el Polo Sur con su monomotor

Michel Gordillo ha completado la etapa más importante y arriesgada de la segunda fase de su vuelta al mundo a través de los polos, al sobrevolar el Polo Sur a mediados de este mes. Su meta, completar la vuelta al mundo por los polos realizando al mismo tiempo un estudio sobre la concentración de carbón negro en la atmósfera, el proyecto Sky Polaris.
Desde que salió de Cuatro Vientos, camino del Hemisferio Sur, el 1 de octubre en su avión de construcción amateur Van’s RV-8, ha cruzado el mar Mediterráneo, el continente africano, el océano Índico, el continente australiano y ha despegado desde la isla de Tasmania para atravesar el océano, y posteriormente el continente antártico hasta llegar a Sudamérica.

El piloto Michel Gordillo en su periplo hacia el polo sur, ha aterrizado en Menorca, Malta, Marsa Matrouh (Egipto), Jartum (Sudan), Malendi (Kenia), Islas Seychelles, Islas Maldivas, Islas Coco, Port Hedland (Australia), Ayers Rock (Australia), Mildura (Australia) y Hobart Cambridge (Tasmania). Desde ahí hasta la base italiana Mario Zucchelli (Antártida), el punto de salida para sobrevolar el Polo Sur el 9 de octubre, para llegar a la base argentina Marambio (Antártida), su destino para la etapa polar. Este vuelo es ya en si un record por si solo, al ser el más largo de forma ininterrumpida sobre el continente helado y en un avión monomotor.

Después partió hacia Ushuaia en Argentina, para ascender hacia el norte por el país, con escalas en Comodoro Rivadavia, Buenos Aires y las cascadas de Iguazú. Y hace un par de días llegó ya a la ciudad de Curitiba, su primera escala en Brasil.

Durante la segunda etapa desde Kenia, Michel ha sobrevolado el océano Índico, el Antártico y el Paso de Drake, hasta llegar a Ushuaia. Los vuelos sobre el mar son los más arriesgados en caso de accidente, ya que la búsqueda de la persona se complica debido a la deriva que le produce las corrientes y el viento.

Tanto Michel como el avión han estado sometidos a grandes cambios de temperatura, pasando de los 45ºC en África hasta los -31ºC en la Antártida. En Maldivas le realizaron una exhaustiva revisión al avión con la ayuda del personal de la escuela de vuelo del país. En Tasmania repitió la revisión a la aeronave, y se preparó para alcanzar la base italiana Mario Zucchelli, su punto inicial para realizar el sobrevuelo del Polo Sur y aterrizar en la base argentina, Marambio.

En el vuelo sobre el continente antártico tuvo que asumir la negativa de apoyo de la empresa norteamericana Antartic Logistics & Expeditions (que opera la pista Union Glacier con el código OACI SCGC) y de la británica British Antartic Survey (que gestiona la Base Rothera, código EGAR), no facilitándole un posible aterrizaje para repostar si lo hubiese necesitado. Al final, los vientos favorables ayudaron a alcanzar su objetivo, la Base Marambio… “tierra amiga”. Tras aterrizar en la pista volcánica de Marambio, donde solo pudo descansar una noche, ya que al día siguiente y ante la perspectiva de que empeorara la meteorología, dio el salto a Ushuaia, ya en el Continente americano.

Michel ha tenido que recurrir a todos sus conocimientos aeronáuticos y su capacidad para resolver problemas, dando lo mejor de sí mismo, para poder realizar los complicados vuelos a través de todas estas etapas. Además a lo largo de todo su periplo, Michel ha ido midiendo las concentraciones de carbono negro atmosférico (hollín) en estas zonas remotas con el aethalómetro instalado en el avión. Todos estos datos medidos se han ido enviando con regularidad a la Universidad de Granada, donde ahora están siendo procesados en espera de conclusiones.

Una vez atraviese Brasil, y desde la ciudad de Natal (donde completará técnicamente la vuelta al mundo a través de los polos) cruzará nuevamente el Océano Atlántico hasta Cabo Verde, Islas Canarias, Málaga, llegando a Madrid a mediados del próximo mes de diciembre.