Michel Gordillo inicia la segunda parte de su vuelo científico alrededor del mundo SkyPolaris

Michel Gordillo inicia la segunda parte de su vuelo científico alrededor del mundo SkyPolaris

El pasado 1 de octubre Michel Gordillo despegó del Aeropuerto de Cuatro Vientos con su avión experimental Van’s RV-8, para iniciar así la etapa por el hemisferio sur que le llevará a cruzar el Mediterráneo, parte de África, el Océano Indico, Australia, a sobrevolar el Polo Sur, Sudamérica, y tras cruzar nuevamente el Océano Atlántico, llegar a España.
Por segunda vez Michel Gordillo despegó del Aeropuerto de Cuatro Vientos en su proyecto SkyPolaris, que le está llevando a realizar una vuelta al mundo a través de los polos, con el objetivo científico de medir los niveles de hollín atmosférico, además de conseguir el record histórico de realizar una vuelta a la Tierra a través de los polos, con un avión de menos de 1.500 kg de peso. En la salida estuvo presente el director general de Enaire, Angel Luís Arias y el presidente del Real Aero Club de España, José Luís Olias, realizándose los actos en la sede del aeroclub.

La primera etapa por el hemisferio norte se inició en pasado 19 de febrero regresando, tras cumplir los objetivos, el 25 de abril. Ahora la ruta discurrirá como principales etapas por Menorca, Malta, norte de Egipto, la ciudad de Jartum en Sudán y Kenia. Después hacia el Indico con escalas en las islas Seychelles, Maldivas e Islas Coco, para cruzar Australia saliendo por Tasmania.

Y desde allí hasta el aeródromo de la Base Mario Zucchelli, donde se instalarán esquíes en las ruedas y Michel esperará la ventana de buen tiempo para cruzar la Antártida hasta la Base Marambio, una ruta de unas 19 horas de vuelo. Desde allí Ushuaia, y la costa sudamericana por Buenos Aires, Brasilia y Natal (en Brasil), donde se completará oficialmente la vuelta al mundo. Después un nuevo cruce del Atlántico por Cabo verde, las Islas Canarias, para regresar nuevamente a la España peninsular a mediados de diciembre, tras más de 170 horas de vuelo.

Como siempre la planificación ha sido una de las tareas más complicadas, especialmente el sobrevuelo del Polo Sur. En este aspecto Michel Gordillo comentó en la rueda de presa, antes de la salida, la buena disposición y las facilidades de los países europeos (España, Francia e Italia) y sudamericanos (Argentina y Chile) responsables de algunas de las bases antárticas, así como Australia para el sobrevuelo y varias escalas en el continente… a diferencia de Inglaterra y EEUU, que han prestado poca ayuda para la etapa antártica.

El avión, tras las lecciones aprendidas en la primera etapa, se ha modificado en varios puntos, especialmente en el sistema de calefacción y el aislamiento frente al frio. Además presenta grandes modificaciones frente al RV8 estándar para esta vuelta al mundo, entre ellas un gran depósito suplementario en el fuselaje (tras el piloto) y otro exterior en la panza del avión (que se puede soltar en vuelo en caso de emergencia) y que le permite una autonomía total (junto a los depósitos en las alas) de hasta 26 horas. En el avión lleva paracaídas y balsa de emergencia, así como equipos de supervivencia sobre el mar y en condiciones polares. También lleva un sistema de paneles solares para en caso de aterrizaje de emergencia poder mantener las balizas, teléfono satélite y transmisores de posición cargados hasta la llegada de los equipos de salvamento. Señalar que para el sobrevuelo antártico, el avión se equipará con esquíes para mejorar la supervivencia en caso de tener que realizar un aterrizaje de emergencia.

Para un avión tan pequeño, que vuela bajo al no estar presurizado, y que debe realizar unas etapas tan largas, uno de los principales problemas que se encuentra es la meteorología ya que debe evitar condiciones de engelamiento y zonas tormentosas. Y también es complicada la navegación polar (como lo fue en el cruce del Polo Norte) ya que el sistema GPS por falta de cobertura de satélites no da posiciones correctas y la brújula tampoco sirve. En estas condiciones principalmente la posición del sol, ya que el avión no dispone de los sistemas inerciales que llevan los grandes aviones comerciales, será su principal referencia.

Y por último destacar también a las empresas que están apoyando esta aventura como el Real Aero Club de España, Acciona y el Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía que están con el proyecto desde el principio. Y otras que se han unido ahora, como el Ministerio de Fomento a través de Enaire y su fundación, y el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC). Además también participan FTE Jerez, la Sociedad Geográfica Española y la revista Aviación Digital.