PRIMER VUELO DE LA RÉPLICA DEL AUTOGIRO C.4 DEL INGENIERO JUAN DE LA CIERVA

PRIMER VUELO DE LA RÉPLICA DEL AUTOGIRO C.4 DEL INGENIERO JUAN DE LA CIERVA

Transcribimos el texto de José Manuel Gil García, autor del blog Sandglass Patrol, «cien años y dos meses después del primer vuelo del primer autogiro exitoso, el Cierva C.4, el pasado 29 de marzo ha volado en Ocaña la réplica de ese autogiro».

Su presentación oficial fue en la base aérea de Getafe, en las instalaciones del Ejército del Aire, y posteriormente al público en el aeródromo de Camarenilla. Este proyecto ha supuesto más de un año de trabajo y más de mil horas. Y el pasado 29 de Marzo fue el día escogido para realizar el primer vuelo. Nervios, ilusión, adrenalina… que tuvieron su recompensa al ver que el autogiro despegaba sin novedad y volvía a posarse en la pista de forma exitosa.

La jornada comenzó con el traslado desde Camarenilla a Ocaña, donde se volvió a montar la aeronave. Tras unas pruebas en tierra sin el rotor principal, para verificar el correcto funcionamiento del motor, así como su funcionamiento en rodaje de alta velocidad, se instaló el rotor para irse al aire.

Algo más tarde de las 18 horas locales comenzó Fernando Roselló una carrera que los asistentes pensaron que iba a ser únicamente de carreteo. Pero el autogiro se fue al aire brevemente, para posarse con suavidad.

Después de este pequeño salto siguieron otros despegues con tomas a continuación. Hasta que, finalmente, el autogiro despego y realizo un par de circuitos completos: ¡La réplica del primer autogiro exitoso ya está en vuelo!

Esta réplica se ha hecho para conmemorar el primer centenario del vuelo del autogiro. Este modelo en concreto tiene la peculiaridad de no tener mando directo, por inclinación del rotor, sino que aún conserva el mando de alabeo y profundidad con alerones y timón.

Fernando Roselló, al bajarse de la aeronave, declaro que se ha comportado justo como esperaba. Que es una aeronave muy estable, pero al carecer de mando directo y ser mando aerodinámico, es más lenta de respuesta a las acciones del piloto. La réplica llego a volar tan lento como 50 km/h, y el piloto estimo un crucero de unos 80 km/h a unas 4500 rpm, puesto que a 4700 rpm de su Rotax 912 de 80 HP, el autogiro voló a 80 km/h con variómetro positivo.