
23 Jun MÁS INCIDENTES, MÁS ADVERTENCIAS: ¿ESPERAMOS UNA TRAGEDIA MAYOR?
Hace apenas unos días, miles de personas vibraban en las playas de San Javier con la última exhibición pública de la Patrulla Águila. Pero la emoción se tornó en advertencia: un Eurofighter Typhoon tuvo que interrumpir su display y aterrizar de emergencia tras el impacto directo de una gaviota en la visera de cabina. El parabrisas destrozado y el sobresalto general no fueron un incidente aislado, sino un nuevo aviso de una amenaza creciente: la fauna sin control en el entorno aéreo.
No fue el único suceso del festival. El día anterior, un avión Aermacchi MB-339 de la patrulla acrobática italiana Frecce Tricolori sufrió daños en una turbina por el impacto de un ave. Y un CN-295 español registró un golpe directo en la cúpula del morro. Estos tres incidentes en menos de 48 horas demuestran la gravedad del riesgo que venimos denunciando.
El Ejército del Aire y del Espacio está profundamente preocupado por estos hechos. Están en juego programas tácticos como el TLP y otros que convierten a España en un referente internacional tanto por sus instalaciones como por la calidad de sus pilotos y aeronaves. No disponer de un entorno aéreo libre de esta amenaza no es una opción. Perder vidas humanas no puede ser una variable tolerable en ningún escenario.
En los últimos 15 años, se han producido múltiples accidentes graves y mortales en aeronaves civiles y militares provocados por aves de gran envergadura, como buitres, especialmente buitres. Desde 2011, al menos 16 personas han fallecido en España por esta causa. Cada impacto es una advertencia ignorada. Cada colisión no evitada, una oportunidad perdida de prevenir.
En 2024, nuestro compañero Oliver Masurel falleció tras el impacto de un buitre en la cúpula de su avión acrobático. Este año, un TL3000 Sirius ULM sufrió un impacto en una riostra que estuvo a punto de provocar la pérdida de plano.
Otro impacto obligó a aterrizar fuera de campo a un Piper PA-28 tras romper la hélice.
España es un país privilegiado para volar. Su clima, geografía y red de infraestructuras lo convierten en el escenario ideal para la aviación general, la enseñanza aeronáutica y las operaciones militares avanzadas. Pero ese potencial se ve amenazado por el aumento sin control de grandes aves en zonas de tráfico aéreo.
Y mientras tanto, el entorno cambia, en aviación general estamos en un cambio de paradigma, ya avanzado: los mal llamados «ultraligeros» son hoy aeronaves certificadas, capaces de cruzar el Atlántico y superar los 400 km/h. Con el incremento de pilotos y de aeronaves, además del aumento de flota en el plano deportivo, por ser más asequibles de adquirir y mantener, el cielo estará más congestionado. Más aviones + más buitres = más probabilidad de colisión. La tragedia no solo es previsible: es evitable.
SOLUCIONES URGENTES Y EL ORIGEN DEL PROBLEMA ¿QUIEN TIENE LA COMPETENCIA REAL?
Desde el Real Aero Club de España queremos dejar claro que AESA, ENAIRE y la Dirección General de Aviación Civil están comprometidas y han mostrado siempre voluntad de colaboración. Dentro de sus competencias, actúan, proponen y aplican medidas técnicas. No pueden, sin embargo, contradecir ni sobrepasar decisiones de rango político. Esa es la realidad.
Por eso, es necesario decirlo con claridad: la solución no está en los niveles técnicos, sino en la esfera política. DGAC, ENAIRE y AESA no pueden enfrentarse a decisiones estratégicas que corresponden a niveles superiores. La responsabilidad última recae en quienes bloquean medidas urgentes por razones ideológicas, presupuestarias o por simple inacción.
Las soluciones están sobre la mesa y son de tres tipos:
Regulatorias
• Autorizar vuelos ULM a altitudes más seguras con normativa adaptada a la realidad.
• Intensificar mucho más las medidas preventivas para gestionar el riesgo de fauna salvaje en el Programa Estatal de Seguridad Operacional.
• Actualizar el AIP con zonas sensibles y cartografía específica sobre presencia de aves.
• Homogeneizar los protocolos de escuelas de vuelo (DTOs y ATOs).
Biológicas
• Iniciar programas éticos de control poblacional selectivo, como la esterilización.
• Estudiar el comportamiento y zonas de alimentación de especies en conflicto.
Operativas
• Ajustar los horarios de apertura de aeródromos como Cuatro Vientos o Sabadell, que abren demasiado tarde, para arribadas en otros aeródromos con riesgo de presencia de fauna. En verano, es vital aprovechar el orto (salida del sol), cuando los buitres aún no vuelan y la turbulencia térmica es mínima.
• Promover el uso generalizado del Sistema de Notificación de Sucesos (SNS).
Propuesta institucional urgente
• Crear una mesa interinstitucional operativa, con participación del sector técnico, ministerios y comunidades autónomas, para abordar el problema de forma transversal, coordinada y eficaz.
El Real Aero Club de España no se queda de brazos cruzados. Estamos adoptando medidas reactivas con decisión, participando activamente en proyectos de I+D, en colaboración con CRIDA (Enaire, INECO y UPM), para detectar fauna en las proximidades de aeródromos y desarrollando tecnologías innovadoras para la detección en vuelo de aves que permitan evitar colisiones. No solo proponemos: actuamos porque debemos actuar.
CONCLUSIÓN
La amenaza es real, está documentada y es evitable. No se trata de criminalizar a la fauna, sino de gestionar el entorno aéreo con rigor, planificación y sentido común. Y, sobre todo, asumir que las decisiones políticas tienen consecuencias.
Desde el Real Aero Club de España lanzamos un llamamiento urgente: si no se actúa ya, la próxima tragedia será cuestión de tiempo, y puede venir de la peor de las maneras, con un accidente en un avión comercial cuya fatalidad podrá ser similar a las víctimas de la DANA de Valencia, y como en ese caso el Estado deberá asumir su responsabilidad como responsable civil subsidiario por no haber actuado a tiempo cuando todas las señales estaban sobre la mesa.